Mostrando entradas con la etiqueta viajeros exquisitos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta viajeros exquisitos. Mostrar todas las entradas

viernes, 22 de abril de 2011

Viaje a Muse


1)


Golpeo tres veces a tu puerta
una, dos, tres.
Tres llamadas.
Tres esperas.

Llamo a tu puerta invocándote
como si tu fueras
dos seres separados.

Eres uno, con dos formas.

Estoy esperando
ante esa puerta inmensa.

Mientras espero
reflexiono,
camino -entre impaciente y tímida-,
me abro a recuerdos,
exploro el presente, el pasado, el futuro.

¿Me abrirás?
Esta es la pregunta incesante.

Mi cuerpo entero dice:
¡Sí!

Me siento en la hierba
-aquí, ante tu puerta-
apoyo mis manos en la tierra.
Desde dentro, una canción mía,
muy mía,
me empieza a cantar.

Cantada por la canción,
mecida por la melodía,
cierro los ojos
y ahí me quedo
tranquila, como perra vieja,
concentrada en la belleza.

Ya no hay espera,
solo hay viaje.
Un viaje que dura
segundos, un mar,
dos plantas, cuatro universos,
ocho vacas y tres ovillos también.

El contacto con la lana roja
me despierta del canto:

ya estoy dentro de tu casa



.....



Y es una casa hermosa.



........



2)


Me atravesaste con tu canto

¡Pobre Dinorah!
Tendida sobre la hierba verde
atravesada por tu canto...

¡Pobre Dinorah!
Desangrándose en rubíes
sonoros.



.

martes, 28 de diciembre de 2010

Viaje a Silencio

Escribir acerca de Silencio es una tarea extraña, ya que a medida que surge la palabra, Silencio se diluye, se desilencia.

También se puede escribir desde Silencio. Entonces la cosa adquiere sentido, ya que Silencio fomenta lo creativo, da la chispa del inicio.

Silencio es una enorme geografía. Inabarcable, infinita. Y a la vez, Silencio puede estar concentrado en un átomo, en un segundo o en una nota musical. El potencial de Silencio es indescriptible y los paisajes del lugar innumerables.

Silencio es el origen de todo viaje. Es el primer lugar que el viajero visita cuando comienza su ruta. Habitar Silencio permite escuchar el camino que toca recorrer y entender el desarrollo de la ruta con sus paradas y sus destinos.


Hay muchísimos habitantes en Silencio y generalmente no se ven. Cuando el viajero llega a Silencio se siente en soledad -aunque éste es otro destino- ya que no vislumbra compañía a su alrededor.

Si el viajero viene con ganas de seguir el viaje, se queda en Silencio y lo habita el tiempo que necesite. Después se marcha del sitio con las ideas en orden y con ganas de hacer cosas nuevas.

Otros viajeros se enamoran del lugar, de sus paisajes y se quedan en él para siempre, se convierten en artistas de Silencio o en clarividentes.

Es que en Silencio, se pueden desarrollar todos los dones.


.

domingo, 10 de octubre de 2010

Viaje a Acantilado

.

Un acto de libertad. Un acto de creación desde las ganas de celebrar la condición humana. La condición individual, diferente, de uno y de cada uno. Y la unicidad del todo. Un acto libre para cantar la delicia de ser uno y único. El derecho a seguir el camino individual, solitario, que va más allá de todo rebaño. Fuera de Rebaño hace frío. Acechan el miedo, la duda y lo incierto a cada paso. La inseguridad es constante.


El camino que conduce a Acantilado -y que te lleva muy lejos de Rebaño- es empinado, cansado y está custodiado por un monstruo. El monstruo, a primera vista, parece estar dormido. Cuando el viajero intenta seguir el camino, el monstruo despierta y asusta. Aquí se presentan dos opciones para el viajero: volver a Rebaño o seguir hacia Acantilado cueste lo que cueste. Generalmente el viajero muere antes de llegar a Acantilado. Y no es una muerte apacible. Morir con el monstruo es una tarea dolorosa, hasta el momento en que se aprende a morir. Después llega el momento de nacer. Y no es un nacimiento fácil: se nace a una inmensa soledad. Siempre se puede regresar a Rebaño y volver a intentarlo cuando el recuerdo del viaje fructifique en el interior del viajero. Si el viajero sigue adelante, después de haber nacido, si aprende a estar en soledad, puede asomarse a Acantilado.

Acantilado es un lugar hermoso, sobre un abismo a la altura del vértigo. Algunos viajeros en el fondo del abismo han visto mares, otros rocas. De todas formas poco importa el fondo, lo único que interesa en este momento es la promesa que el viajero lleva dentro. Su palabra de libertad. Este es el momento del salto y no hay vuelta atrás. ¡Saltar al abismo y lograr el vuelo! A partir de aquí comienza otro viaje y éste es el viaje para aquellos que buscan llevar una vida verdaderamente humana.

.

sábado, 17 de julio de 2010

Viaje a Jardín

.

La inmensa mayoría de los viajeros asegura que el viaje a Jardín es una auténtica odisea. Y en verdad requiere pericia, paciencia y ganas viajar en esa dirección y con ese destino.

A Jardín se puede acceder, básicamente, a través de tres medios o entradas, a saber: Bosque, Mar y Castillo. Jardín tiene frontera con estos tres lugares y, a veces, estos tres lugares están contenidos en Jardín.

Se sabe de algunos casos bien documentados de gente que accedió a Jardín buscando Castillo, o viajando hacia Mar. También hay otros casos que hablan de viajeros que llegaron a Jardín vía Posada o vía Retorno a la Inocencia.

Hay un caso famoso: el de un príncipe que ya vivía en Jardín y salió de él en busca de un Pájaro de Oro, vivió mucho tiempo fuera y luego regresó. Otro caso similar sucedió hace mucho, mucho tiempo atrás, en el principio del verbo, cuando no había futuro, ni pasado, ni presente, y Jardín ocupaba toda la Tierra. Pues en ese tiempo, ocurrió que un hombre y una mujer decidieron abandonar Jardín y la Tierra cambió y Jardín se escondió. Dicen los que saben, que el hombre y la mujer siguen buscando el camino de regreso a Jardín...

La travesía para acceder a Jardín, en todo caso, es ardua y fatigosa. Hay que atravesar ciénagas y desiertos, bosques frondosos cargados de alimañas salvajes y de frutas que tienen el poder de adormecer al viajero que las prueba, mares profundos y oscuros... la muerte puede asaltar al viajero en cualquier momento. El peligro acecha a cada paso. Muchos viajeros, ante tantas pruebas, abandonan el camino unas veces por miedo, otras por pereza y desconcierto... Muchos se pierden...

Dicen los que saben, que a medida que se transita el camino, el viajero que ha pasado por tantas aventuras comienza a sentirse liviano como un niño contento. Cuentan que esa liviandad va creciendo y el viaje comienza tornarse agradable como jugar a la rayuela o como correr con los brazos abiertos. El viajero a esta altura del camino, comienza a entender los mensajes que dan las abuelas que cosen sentadas en los brocales de los pozos. Puede disfrutar viajando sobre las colas de los zorros que corren como el viento; tener mucho sentido del humor; ver unicornios, acercarse a ellos... tocarlos... sentirlos... sentirse... Y sintiéndose a sí mismo, llegar a un lugar interior, especial, único, donde hay una entrada, una puerta a Jardín, que en el comienzo del verbo, cuando un hombre y una mujer se fueron, decidió esconderse dentro, muy dentro.

.

sábado, 26 de junio de 2010

Viaje a Lugar Raíz

.

1) A lo largo del camino vuelvo a la raíz una y otra vez. El camino serpentea en espiral, vibrante de vida. La raíz avanza, subterránea, siguiendo mis pasos que besan la superficie.

2) En esos momentos en que me sumerjo en la raíz, toco la matriz, me ahueco bajo tierra. Observo sentada sobre la raíz-tronco (como árbol intraterreno) el espacio pequeño, agujerito cavado en la superficie que conecta suelo con subsuelo. Sentada en medio de esos mundos olfateo el sol, recibo la luz, me recreo en la oscuridad y me alimento.

3) El viaje a la raíz es necesario. Es cíclico. Y varía a lo largo del camino.

4) He conocido algunos viajes a la raíz que me hacían pensar en el pasado y ansiar el futuro. Otros viajes, en cambio, me situaban en una esperanza desprovista de señales.

5) Supongo que es la edad o quizás es el tiempo, lo cierto es que mis últimas incursiones al lecho raíz son libres. No hay pasado, no hay futuro. Hay un presente exquisito desprovisto de arrogancia. Un presente silencioso, que me regala la fuerza de la palabra cada vez más clara, la escucha y el compartir momentos únicos con los seres que habitan el Lugar Raíz: a veces libélulas, otras lombrices o mariposas, todos importantes, todos maravillosos y bellos.

6) Lugar Raíz. Lugar mío. Lugar nutricio y amable, sombrío y profundo. Me quedo en tí como roca antigua, como lagarto viejo, mientras percibo el crujir de las hojas del tiempo.

7) Después, no sé cuándo, termina el viaje. Subo. Asciendo desde el tronco enorme al "camino de arriba". Me visto con mis ropas de viajera y continúo con más alegría mi ruta.

.

martes, 15 de marzo de 2005

Manual para viajeros exquisitos

Jadmash, según dicen, es ese lugar interior - unas veces paraje, otras ciudad- que buscamos todos aquellos que amamos el viaje, en nuestros recorridos por madre Tierra.
Bien sabemos que, siendo nosotros mismos la expresión material (carnal y espiritual) de una palabra y un anhelo-pensamiento de nuestros creadores -entiéndase esto como quiera ser entendido- no es extraño tener la certeza de que Jadmash existe como realidad palpable.

Aseguran muchísimos viajeros, que a este sitio, al que muchos llaman por su emplazamiento "la Perla del Lago Verde", se accede después de largos períodos de ayuno y a través de túneles meditativos.
Quienes han pasado alguna temporada en este lugar, dicen que la experiencia bien vale el esfuerzo....Y es que todo aquel que por una necesidad eseral termina vinculado al hecho de viajar, descubre que lo que en verdad se ama es el recorrido y no tanto el Destino...
...Pero Jadmash es realidad aparte: se dice que es la meta de los destinos y que a partir de la primera estancia en este sitio entre varios mundos uno aprende realmente a entender los caminos y sus polvos, los cielos y sus soles, las tierras y sus gentes.

GUÍA DE JADMASH

Superficie: 210 drimalios cuátriples.
Habitantes: más de 30 millones en la estación de Tian.
Exactamente 300 en la estación de Dasjh.
Gentilicio: jadmashianos o jadmashios.
Moneda: Armonios (valor atesorado por alquimistas que consiste en intercambiar pensamientos
magistralmente bellos).
División Administrativa: Oquedades.
Idioma: se hablan todos, pero el oficial es el silencio. Los matemáticos y los poetas son los que me
jor comunican.

Qué Visitar:

El desierto de Jadsh, con más de 50 drimalios de extensión. La belleza del lugar lo convierte en peligroso: es probable que el visitante desee quedarse allí por siempre jamás. Imprescindible ir con guías apropiados y cordones de plata sólidos.

Las playas de aguas diamantinas, donde la iluminación es un hecho. Advertencia: hay que tomar precauciones porque una iluminación en mal tiempo puede acabar quemando.

La libreria Akáshia: donde Ud. podrá encontrar todos los libros no escritos y el libro de su vida.
¡Atrévase a pulular por sus laberínticos pasillos!

Dónde Comer:

Mer Rouge: Todo un clásico donde Ud. podrá degustar más de 450 recetas de maná.
Olympus: Donde la Ambrosía no es leyenda.
Casa Thüla: Un rincón encantador en medio de los rosales aéreos. Atendido por la mismísima
Thüla, esta enigmática travesti que decidió instalarse en Jadmash para ofrecer toda
clase exquisiteces aptas para paladares pránicos y líquidopránicos.

Dónde Dormir:

Los jadmashianos son seres hospitalarios que ofrecen amorosamente sus hogares a todo aquel que venga a visitarles; no obstante, para auténticos sibaritas, recomendamos "El Jardín de las Delicias": un maravilloso palacio que data de la Edad de Oro, abierto para todo amante de la buena vida. El triángulo amoroso formado por Shiv, Kris y Vanad (tres magníficos colosos azules) regentea este edén y hace grata la estadía del visitante.
(nota: se rumorea que compartir lecho y encantos íntimos con estos tres dioses, no tiene desperdicio. Si Ud. sea cual sea su sexo, posee un espíritu osado y abierto a los placeres de la carne más espirituosa,no dude en intentarlo: vale la alegría)....ummm....

¡Ah! y no olvidar visitar la "Avenida de los Ángeles", donde el sexo es arte y el amor se convierte en devoción...

¡Buen Viaje!
Saludos.
(Esta guía está en construcción, cualquier dato a aportar, será bien recibido).