Yo
te busqué una noche
pero
las imágenes no llegaban
solo
tu risa
saliendo
de una caverna
desdentada
rompiendo
el cielo asaltando las tavernas
junto
al mar.
Te
caminé las calles
porque
casi te veía en las esquinas
casi
te tocaba
en
las paredes en el aire boqueante
bajo
faroles rotos
pero
no te llegaba
no
podía
no
tocarte ni verte
te
perdía.
Eso
es todo.
Te
veía perderte
perderme
buscándote
meterme
en agujeros que no eran
llamarte
sin saber cómo
llorarte
añorarte.
Eso
es todo.
Y
sin embargo...
Seguramente
no sé aceptar los finales infelices
o
los lugares dolorosos que solo aportan desesperanza
es
probable
y
tal vez eso me haya salvado
porque
me fue gustando olerte
en
esa muerte de pescados pudriéndose en la orilla
vislumbrarte
en las sombras de los bares perdidos
o
en los rostros de la gente de ese barrio
de
los niños de ese barrio
de
los viejos
de
ese barrio
de
todos los cansados.
Te
pude respirar.
Me
pude detener.
Y
entonces
sentí
tu mano
sobre
mi hombro
ni
me giré
ni
dije ni quise ni nada
porque
estaba feliz y no
y
estaba en mí
bien
en mí
y
era.
Así
fue.
Y
eso es todo.
.
2 comentarios:
...y es bastante.
Guapa: no sabés cómo te lo agradezco.
Abrazo.
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