.
Los
compañeros, así,
tocaban
temas y temas.
Así
los tocaban:
las
religiones antiguas
se
deshacían sobre el villar,
traspasaban
el tapete;
un
líquido que goteaba.
Era
el Espíritu -no el alma-
quien
hablaba:
los
guiaba
por
caminos de sueño
hacia
una de la moradas.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario