miércoles, 7 de agosto de 2013

Bien mirado

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Y bien, así están las cosas. Verano caluroso, paisaje seco, playa a lo lejos. Por lo menos, eso es lo que se ve hacia afuera. Ese hacia afuera de sacar la mirada del universo propio y atreverse a mirar a lo lejos -un movimiento nuevo que he aprendido hace unas horas-. Mirar a lo lejos: levantar la vista del suelo, elevarla, y lanzar la mirada como quien envía una piedra hacia el futuro. Mirar, quedarse ahí plantada mirando. Y sintiendo.

También he aprendido -hace unas horas- a girar los ojos de adentro hacia afuera. Generalmente los tengo metidos hacia atrás, observando de cerca las entrañas. Ahora puedo girarlos hacia adelante y quedarme mirando el presente de frente. El movimiento aún no me sale limpio del todo, aunque ya se intuye en él algo así como un ímpetu que presagia muchos éxitos.

En eso andamos.


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2 comentarios:

Basiliskus dijo...

¡Y pronto lograrás que tus ojos se muevan cada uno en una dirección distinta y podrás ver en ambas direcciones sin confusión... mientras no se te muevan involuntariamente así como te digo, todo está bien ¡Haha!

¡Ánimo, Camaleona! ¡Ánimo! ¡Yeh!

din dijo...

A eso quiero llegar!