miércoles, 7 de noviembre de 2012

Mañana de otoño

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Te doy los buenos días y un abrazo.
A través de las ventanas
las montañas muestran pájaros.
Preparo un té, me asomo al paisaje;
el sol brilla en un cielo claro.
El cronómetro me recuerda que han pasado
dos minutos.
Entro en la cocina, sirvo el té.
Lo bebo disfrutando del silencio, del desorden matutino
de la casa, de las esperanzas nuevas que nacen con el día
y que aletean en mi interior como alondras. O como libélulas.


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1 comentario:

Leandro dijo...

Linda mañana!