lunes, 27 de febrero de 2012

Digo Noche

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Digo: “Noche”
y se me oscurecen los recovecos, los árboles, los jardines.
Se encienden las luces de ciertas esquinas de algunas ciudades que conocí.
Veo desde fuera un restaurante en especial, un café en particular,
la fuente, misteriosa, de una plaza con iglesia y piedra.


Aparece el bosque oscuro, entrañable,
donde intuyo la presencia de los muertos y los duendes. Sé que si me meto en él los tocaré. A todos ellos.


Por eso digo: “Noche”,
nuevamente.


Y se abre un jardín de mi infancia a la luz de las estrellas,
con las risas de nosotros jugando,
con el encuentro de las madres, las abuelas.


Los perros ladrando...


Se abre una habitación de niñez
donde convivían monstruos y muñecos.


Y cierto dormitorio de otra vida mía,
con el amor jugueteando
entre las sábanas de la cama.


Noche”


El mar, la arena.
Las noctilucas que en el Polonio me mostró.
La sensación de que si te vas para adentro en ese
instante ¿quién te saca de ahí?


Profundo,
abismal,
negro.


Profunda noche.
Madre, sortija, bella.


Amante e inmisericorde.


Noche casa, portal.
Lugar de nacimientos y muertes.
De sueños, desvaríos,
inspiraciones.


Digo: “Noche”.
Y se abren las ventanas de esa casa antigua, sombría,
llena de ternura y soles. Me sumerjo en sus paisajes un rato,


y entonces digo: “Día”.
.

5 comentarios:

David dijo...

Bonito viaje nocturno.
Abrazos de nuevo.

din dijo...

Gracias!

Eva Hibernia la peregrina dijo...

Uy, qué cosa más bonita.
pero tengo preguntas:
"Las noctilucas que en el Polonio me mostró".

No entiendo esa frase ni por delante ni por detrás, en concreto ¿qué son noctilucas y quién o dónde está Polonio 8a parte de ser un personaje de Hamlet)?

y que me gusta mucho ese encenderse loa coche con todos sus habitantes, sus ecos, sus deshabitantes...

din dijo...

El Polonio podría ser un café lleno de objetos antiguos, donde me enseñaron una colección de cuartetas premonitorias, conocidas como "las Noctilucas", atribuídas a Ludovico Noctiluco -nigromante florentino del siglo XI-. Pudo habérmelas mostrado el sñor Rodobaldo, dueño y camarero del café. A mí me parece -ahora que pienso- que "El Polonio" es un café de Jadmash. Un lugar interdimensional.

También el Polonio podría ser un restaurante donde sirven empanadas y queso fundido, acompañadas de un vino tinto dulce llamado "las Noctilucas". En este caso el restaurante se llama Polonio, porque su dueña, la señora Odile, ama precisamente a Polonio -el de Hamlet,digo- y piensa que si ofrece comidas en un lugar con su nombre,le da otra oportunidad a Polonio y toda su genealogía, qué digo solo su genealogía: a la tragedia de Hamlet entera.

Sin embargo en el poema me refiero
al "Cabo Polonio" uno de los tantos lugares mágicos de la costa uruguaya y a unas pequeñas amebas marinas luminiscentes las "noctilucas". De noche, el mar Atlántico se llena de luz bajo su influjo fosforescente. Y si pasas el pie por la arena de la orilla de la playa, de pronto ves muchas estrellas de color verdoso. Una maravilla.

Un abrazo

marina dijo...

jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja