.
Uno
que abandona el camino
del
bien, por cansancio de
bondad,
y se pasa al otro
lado.
Otro
que se asoma a una
oscuridad
impenetrable y
siente
miedo.
Uno
que se pierde en un
rebaño
blanco, blanco.
Un
hilo dorado, fino y
suave,
que se rompe.
Una
que se arroja a un
torrente
caudaloso y es
arrastrada
por
sus aguas.
Otra
que reniega de sí.
Una
que sufre silenciosamente
y
sin embargo sonríe.
Un
hilo, dorado,
fino
y
suave que
se
rompe.
Un
hilo enredado.
Un
ovillo hecho rastas.
.
1 comentario:
Dos, porque nadie se basta a sí por completo.
Publicar un comentario