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1- a través de
esta ventana percibo otros mundos
Mirar por la ventana/ del
bar./Adentro/ suena una música./ Afuera/ pasos cansados/ de verano/
emociones sofocantes./ Mirar por la ventana/ del bar./ Adentro/ ya no
hay música./ Afuera/ el bastón, la vejez.../ Un repentino silencio/
en un punto del estío/ ciudadano./
Y me quedo a medias de
estas letras, porque una mujer -pelo amarillo- fotografía el bar,
la ventana,
el árbol,
y paso a formar parte/ de
un paisaje/ detenido.
2-
De
pronto recuerdo: soy joven,
aunque
no tengo veinte años.
3- la sagrada
familia está en barcelona
Por
la calle pasean la virgen María, san José y el niño Jesús.
Intentando pasar desapercibidos van a la moda turista, como vistiendo
disfraces de gente. María y José parecen suecos, en cambio el niño
Jesús es andaluz. Huyen del reconocimiento público, de las
peticiones de autógrafos, de los rezos veraniegos.
Su
plan es perfecto, aunque no contaban con mi visión de las cosas. Los
he reconocido. A pesar de mi discreción -no muevo un músculo, no
digo nada- ellos parecen incomodarse... ¡Qué le vamos a hacer,
hermano! Hay que asumir: los he visto. La vida en esta dimensión es
así, hay que acostumbrarse y responsabilizarse por lo que se hace.
No queda otra.
4- impresionante
Ha
entrado el galán Gian Carlo Giannini. Viste traje de lino beige,
camisa blanca. Con su mirada seductora piropea a todas las mujeres
del bar. Todas las mujeres sabemos que en realidad se piropea a sí
mismo. Atraído por su aura, un hombre de camiseta a rayas entra en
el bar. Se sienta a la barra, pide café. Gian Carlo Giannini, café
con hielo en mano, se acomoda en una mesa frente a la mía. Actitud
lánguida, teléfono en mano, habla. Misteriosamente. Habla.
Por
la calle pasan dos mujeres con flores. Unos segundos más tarde, pasa
otra, con margaritas en las manos. Creo que este influjo floral
también se debe al aura del galán, que llena todo el espacio. Un
lujo presenciar este espectáculo.
El
hombre de la camiseta a rayas sale del bar. Me mira a través de la
ventana. ¿Porqué?- pienso-. También saca su teléfono, llama.
Suena música brasileña, adentro. Aumenta
el tráfico en la calle, afuera. La temperatura no sube, por suerte.
De
la Sagrada Familia ni rastro. Aunque todos sabemos que sigue en
obras.
5- sagrada familia:
el retorno.
María
y José, para despistarme, vuelven a pasar disfrazados de matrimonio
mayor, aunque elegante. El niño Jesús camina delante de ellos con
sus gafas de sol y su aspecto andaluz. Se ve que le gusta el atuendo.
Mirándoles
pienso que deben estar cumpliendo una misión especial por esta zona
de la ciudad.
6- coreografía
callejera
Wonder
woman en patinete entra en el callejón. Mientras va entrando, tres
chicas con gafas llegan juntas a la esquina, se detienen y miran a lo
lejos durante unos instantes; después siguen su camino. Ahora
irrumpe un grupo de mujeres asiáticas, muchas, que caminan comiendo
pastel en platos de plástico desechable. Mientras van
desapareciendo del escenario de mi vista, una viejecita cruza la
calle y se dispone a conducir su coche rojo. Enfrente, otra abanica
un vientecito violeta. Por el callejón viene un hombre joven con
camiseta negra leyendo un periódico. Coincide en la esquina con otro
hombre, maduro, de camiseta negra, que camina leyendo un periódico.
Adentro,
en el bar, suena una pieza de jazz.
7- impresionante
Gian
Carlo Giannini abandona el bar. Se va. Abatido por la llamada
telefónica. Sin duda es un héroe romántico. Se va llevándose
consigo las luces del día. Qué aura, qué carisma, qué traje, qué
camisa... qué hombre.
… … ..
Y de
pronto decido partir -no sé si a causa del aura del galán-. Me
esperan en otro lado, tren mediante, más allá de la ciudad. Recojo
mis cosas despidiéndome del espacio. Pago el café, el croissant, el
momento de inspiración, la música. Me voy.
Hasta
luego y muchas gracias.
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