lunes, 30 de mayo de 2011

El hastío de Batman

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para M. B.


Hoy está siendo un día extraño, diferente. Me vinieron unas enormes ganas de dejar a Batman en casa. No sé a qué se debe pero es así.
Como cada día, me desperté muy temprano a la mañana. El fiel Alfred me trajo el desayuno a la cama: café, croissants, zumo de naranja, un florero con una rosa blanca y la prensa. Y ahí mientras leía el periódico comenzó esta sensación. Lo primero que sentí fue un hastío grande de tanto crimen y corrupción, a la vez que me iba ganando una enorme compasión por Batman, que tantos trabajos pasa.
Me dirigí a la batcueva; me vestí de superhéroe; observé en el batordenador las nuevas informaciones que me llegaban acerca de las múltiples fechorías del día de hoy y constaté que el Jocker volvía a atacar, una vez más.
Pesado, todo pesado y repetitivo. Hastío, de nuevo me vino esta sensación. Tengo las pelotas llenas de tanta insensatez. Me quité la máscara de Batman, me rasqué la cabeza, reflexioné. Hoy no saldré a luchar contra nadie -decidí. Y me quedé tan ancho, tan feliz, tan en paz conmigo mismo.
El fiel Alfred, en cambio, me dijo que no le parecía bien que me quedara en casa, que Batman debía combatir el mal, que ese era su camino en la vida. Batman le contestó que lo dejara tranquilo, que se fuera a dar una vuelta en el batmóvil y que volviera cuando tuviera las ideas frescas.
Al fiel Alfred le gustó la idea: se puso mi traje de recambio y se fue en el batmóvil a luchar contra quien sea.
¡Qué gran felicidad sentí en ese momento! Esto debe ser el Nirvana -pensé. Entonces vestido así como estaba, todo Batman de arriba a abajo, me fui a la cocina de casa. Me puse el delantal y comencé a cocinar pasteles. Horneé tartas de frutas del bosque, de manzana, de queso... Cociné compotas y mermeladas. Dejé preparada la cena. Hasta tuve tiempo de mirar un programa del corazón. Con mis batguantes puestos lavé los platos mientras cantaba.
Hacia las seis de la tarde llegó el fiel Alfred; venía excitado a causa de tanta refriega callejera. Traía un brillo salvaje en la mirada que le sentaba muy bien.
Nos abrazamos como viejos amigos y, contándonos las novedades del día, los dos vestidos de Batman, nos sentamos a comer tarta y beber café.
Viéndole así vestido me quedé pasmado; de pronto me vi frente a mí mismo, mayor, entrado en años. Ahí me surgió la pregunta: ¿me jubilaré algún día...?


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8 comentarios:

marina dijo...

claro que si, relájate, amor mío,ni tu eres imprescindible.
lamento decirte que creo que no te jubilarás nunca, quizás cambies el traje, nomás.
P.D. MUCHO MORBO IMAGINARTE CON TUS GUANTE LAVANDO LOS PLATOS!!!

din dijo...

Marina:

A usted la imagino hermosa y también osada. Decirle que su tono al escribirme,sus palabras y su contenido, me halagan, sería decirle una gran verdad. Así que se la diré: me halaga usted, hermosa Marina. También es verdad que me entristece pensar que no tendré posibilidades de cambio en la actividad que desarrollo... Prefiero pensar en eso del libre albedrío y en un crecimiento de conciencia que me permita asomarme a la felicidad que tanto busco. De todas maneras ¡me gusta tanto saber que le gusto! Es como una corriente eléctrica que corre por mi cuerpo y me llena de alegría.
Hermosa Marina: dejo por aquí mi misiva ya que temo desmadrarme y, uno ante todo, es un caballero.

Sin más, me despido de usted.

A sus plantas rendido,
un murciélago.

(Batman, hackeando el blog de Dinorahoy).

Eva Hibernia la peregrina dijo...

A la atención de Batman,

querido señor, su carta me ha sorprendido muy gratamente (digamos que la he festejado con risas y cascabeles). Me parece muy sabroso que un superhéroe se canse de ser siempre el mismo tipo supercachas, corajudo y siempre dispuesto, y me conmueve enormemente ese viraje hacia los fogones y la repostería. Si le preocupa el porvenir y la jubilación (estoy segura de que no hay pensiones para superhéroes, sé que somos ingratos pero es así) le sugiero que su dibujante y guionista emprenda una nueva serie, "las dudas existenciales de Batman", en el que veríamos alternarse el proceso entre los viejos hábitos de salvar al mundo con esos nuevos arranques de edonismo/crecimiento espiritual (?). Todo ello acompañado, naturalmente, por sus viejos amiguitos más las refrescantes incorporaciones de el cocinero, su mujer, su gurú y su pedicurista. Propongo que un posible fin de la serie es que Batman se dedique ha hacer superventas con la canción del verano (aunque quizás el traje de mucho calor para el verano).

Su admiradora,
señorita flor de loto (desde el blog de mi amiga Peregrina)

din dijo...

Señorita Flor de loto:

¡Qué nombre tan exótico tiene usted! La imagino con ojos rasgados y piel de seda... ¿Usted hackea el blog de la Peregrina? De ser así compartimos hobby -o religión, depende como se sienta-, me refiero a hacer de hackers.. Bueno, no daré más detalles de mis diversiones solitarias. Ahora quiero contestar su carta. Le agradezco las ideas prácticas que esboza en ella, aunque me quedo sorprendido con eso de "dibujante y guionista". Pregunto:¿usted cree que soy un personaje huído de alguna clase de cómic? ¿O acaso sus creencias le hacen ver al todo como una gran obra literaria? Si es así, me tomo la libertad de imaginar: usted debe formar parte de una novela romántica, llena de erotismo sutil y de heroínas y héroes que quieren liberar alguna tierra extraña.. Yo -intuyo que por mi atuendo- soy un superhéroe, tal vez de la "Marvel", jaja... ¿Quién escribirá mi guión? ¿El fiel Alfred? ¿Y el suyo quién lo escribe?
¡Qué dulce especular de esta manera!
Agradecido por sus palabras y sus ganas de ayudar, la saludo con cuidado: temo que mis garras de murciélago dañen su bella piel.

Desde Gotham, pasando por Dinorahoy, siempre suyo,

Batman

marina dijo...

Amado Batman:
La osadía que me llevó a tutearte y confesarte descaradamente mi amor fue motivada por la emoción y el nervio que me vino al encontrar al fin la manera de comunicarme contigo. Debo reconocer que me sorprendió que fuera a través de alguien tan cercano y tan querido como es mi amiga Dinorah, y vuelvo, a repetir, llevada por un impulso, le pedí que te dijera que te amo.
Es que mis sentimientos hacia ti, vienen desde mi mas tierna infancia y nunca me han abandonado. He seguido tus hazañas en tv., en comics, en el cine. Tengo, como un tesoro, un disco de vinilo con la banda sonora original de un capítulo de la tv de los años 70...Nadie jamás, ningún otro superhéroe, puede compararse contigo, porque lo que amo de ti, es que eres humano.No tienes super poderes adquiridos, tienes capacidad para fabricar artilugios (ayudado, todo hay que decirlo por el fiel Alfred)que te permiten hacer proezas extraordinarias, y eso es un ejemplo para mí. Yo también podría ser una superheroína si me lo propusiese, no hace falta un accidente en un laboratorio, ni una herencia genética venida de otro planeta, ni que me pique un insecto para transformarme en alguien que pueda salvar al mundo; sólo usar mi inteligencia para fabricar las herramientas necesarias que me lo permitan. Te admiro, admiro que uses tu inmensa fortuna con ese fin. Por eso creo que no te jubilarás nunca,porque está en tu naturaleza humana crear cosas para derrotar a la sombra. A lo sumo, dije, cambiarás de traje,quizás comiences a fabricar batdelantales con los que cocinarás pasteles capaces de mitigar el dolor de los que sufren , o quizás inventes un producto que lave los platos sin agua y jabón y así nuestro planeta sufra menos, no se...
Creo que estás harto de Gotham City y los malhechores de siempre,a lo mejor un cambio de aires...aquí en Barcelona, donde vivo, hay un barrio Gótico, quizás....
en fin, perdona mis arrebatos, me dejé llevar por la fantasía de imaginarte cerca.
Con muchas ganas de seguirte contando cosas, me despido temblando.
Hasta pronto, amor.
Marina.

din dijo...

Hermosa Marina:

Usted puede tutearme sin complejos, sin explicaciones. Le agradezco esta cercanía. Me hace bien. En mi caso, por una cuestión de educación cabellerosamente elitista, me siento más cómodo tratándola de usted.

También me sentí muy nervioso después de leer su última carta. La releí un par de veces y decidí subir a los tejados oscuros de Gotham. Necesitaba pensar. La ciudad, desde aquí arriba, se ve mítica. Era de noche cuando subí; aunque Gotham es siempre nocturna. Y lluviosa. Me vinieron ganas de fumar, así que me armé un tabaco, aromático, macerado con miel: lo uso en ciertas ocasiones, cuando necesito pensar. (No sé si usted sabrá que la nicotina fomenta la creatividad... Por algo los nativos americanos usaban el tabaco para conectar con el gran espíritu y con ellos mismos... ¡Qué propensión tengo de irme por los cerros de Gotham!)

Su carta me llegó al alma. Me sentí entendido, arropado. Sentí que en este enorme mundo hay una amiga que capta con precisión mis sentimientos más finos. Y eso, por lo menos, es sorprendente.
Estoy aturdido por la oportunidad que de alguna manera le estoy dando con estas misivas, para que usted conecte con un arquetipo... Hablar con un mito, no es muy fácil y a la vez entiendo que es hermoso. Y en este momento en que comienzo a transitar mi camino "más allá del héroe", me reconforta escucharla-leerla, escucharme-escribirme.

Estoy aturdido por la posibilidad expresiva que usted me está dando y por la conexión -si me permite- con mi parte femenina, que de alguna manera usted representa para mí. Disculpe si me pongo pesado: últimamente leo a Jung más que nunca.
Sin duda usted es toda una super heroína. Rápida, osada, eficaz y llena de poesía.
¿Tal vez mi ánima?... Mmmm...¡qué berenjenales!

Me han gustado las ideas que me ha dado, sobre todo la de los batdelantales: me ha parecido sumamente interesante. Quiero trabajar en ella. Mil gracias por esta idea. Y por el Gótico de Barcelona.
Tiene usted razón: no podré jubilarme nunca.. y ahora que he entendido su pensamiento ¡qué gozo me viene ante esa imposibilidad!

Marina: gracias por mostrarme su bella alma y por permitirme este momento de intimidad. Es mucho para un murciélago solitario... (por suerte siempre nos quedará el fiel Alfred).

Con admiración, amor y gratitud, se despide de usted,

un murciélago.

(Batman, hackeando una vez más Dinorahoy).

Basiliskus dijo...

Por un lado...todas esas migrañas y dolores físicos insoportables que sólo se ha de aliviar el Bruno Diaz (o Bruce Wayne, como sea), sería cambiar de estrategia, porque a pesar de tantas décadas luchando contra el crimen organizado, ha derrochado millones y millones de bati-dólares en tecnología, analgésicos, tranquilizantes y quien sabe cuántas cosas más. Si en lugar de encerrar a los delincuentes psicópatas multihomicidas y demás, en prisiones de mínima seguridad, en donde les van a dar de tragar gratis, hasta que dos semanas después se vuelvan a escapar y a hacer sus desmanes...
Si en lugar de eso aplicara la ley fuga o los ejecutara al instante, vería como se acabarían los delincuentes (o al menos se reduciría el nivel delictivo), pero no...es un poco sadomasoquista el tipo...uno de los superherores más traumatizados y frustrados de todos...
Como sea, en cuanto a lo de tu jubilación, esperemos que no sea de los rincones y espacios literarios, ya que serán los únicos vestigios de tu existencia tras pasar a mejor vida, en unos cientos de años más.
Ánimo y siga escribiendo. Es una orden!
Jeh, por cierto, el detalle del florero de la rosa blanca me mata. Ese "fiel" Alfred...nunca haya la manera ni el momento de abrir su corazoncito ( y otras cosas) a su amo, sólo con este tipo de gestos del "desayuno en la cama" y la "flor blanca" (de sólo somos amigos, pero...pero...no, no, nada), jeh, todos sabemos que Batman batea para tercera base =P!
Saludos Dinorah, disculpa el distanciamiento.
Muchos saludos nuevamente y pásala muy bonito donde quiera que te encuentres.
Salam Aleikum =)

din dijo...

Adoré que le gustara el detalle de la flor blanca en el florero...Es que el fiel Alfred ama las rosas blancas.

Al final tendré que aceptar que Batman juega en otro equipo... ¡qué dura la vida! Ya no sé qué pensar..

Aleikum Salam