sábado, 6 de marzo de 2010

Sin título

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Tu mirada niña
que salpica el aire
de perlas luminosas.


Tu mirada alada
que se eleva
más allá del cielo.


Tu mirada,
misteriosa mirada,
hondanada entre mil mundos...
Tu mirada, digo,
se posa en la mía
y me cuenta un cuento.


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1 comentario:

Basiliskus dijo...

Tu hija, ¿verdad? =D!!!
Has intentado, por cierto, contarle tus poemas o cuentos a tu hijita?

Ha de ser emocionante, divertido, y hasta gratificante, supongo. Y mucho más sí la respuesta es igual o mayor de positiva que la mía, y sobre todo si va acompañada de un beso tronador en la mejilla y un fuerte abrazo, y esas palabras mágicas curativas y hasta resucitadoras (y siempre necesitadas): "Gracias mamá" o algo por el estilo.

Jeh, pero ya no le sigo, porque me estoy empalagando yo sólo con mi cursilería.

Pero, como siempre, el gusto en leerte es mío, y gracias por marcar la pauta en el pensamiento mágico y poético. Ha decir verdad, me inspiro mucho con tus obras.

Hasta pronto Dinorah.
Bonito fin de semana, donde quiera que te encuentres, para ti y para los tuyos.