viernes, 6 de febrero de 2009

Para aquellos que han olvidado cómo seguir el camino de su vida

La inconstancia y la desazón caracterizan a estos espíritus agitados y melancólicos. Tal manera de estar y vivir los días provoca en la inmensa mayoría de los seres aquejados por este olvido una angustia vital que llega a martirizarles y a dejarles sin aliento.

Es conocido por todos el sortiliegio que suele hechizar a las almas al cobrar forma densa: el olvido se instala en su naturaleza.

La experiencia cotidiana es uno de los antídotos capaces de suministrar el regreso a los canales de la memoria instalada en el corazón fisiológico del espiritu. A veces, esta rutina suele traer más decoloraciones al alma en proceso de búsqueda, ya que el pacto con la densidad puede atravesar lugares dolorosos que - aunque a la larga facilitan el encuentro- suelen provocar confusión, vértigo existencial, cansancio, apatía y miedo.


Para todos aquellos sumidos en este tipo de incertidumbre va la siguiente receta:

INFUSIÓN SOLAR (para los que se levantan cansados y sin sonrisa).

Macerar en agua clara rayos de sol durante tres mañanas soleadas. Conviene preparar una buena cantidad de agua para ir consumiéndola a diario.

La maceración soleada debe comenzar su rito al despertar el alba y terminar al mediodía cuando el astro rey pierde su sombra. (En caso de no poder levantarse el enfermo aquejado de sueño olvidadizo, podrá hacerlo en su lugar alguien que le ame sinceramente o que profese por este ser un auténtico cariño de hermano).

Pasados los tres días establecidos, es necesario calentar el agua - ya cargada de la luz de la mañana- a fuego lento, siendo concientes que de esta manera entran en contacto dos principios fundamentales para la vida en este sagrado planeta: el del sol y la fuerza del fuego terrestre, vehiculizados por un agua (lugar origen de la vitalidad de este mundo) cargada de potencia creativa.

Una vez logrado este procesado, será necesario dejar enfriar esta mezcla para que acabe de equilibrarse.
Ya fría y estabilizada pasaremos a grabar en su profunda conciencia y a través del aliento vibratorio de nuestra voz, uno de estos mensajes:
"El día merece que yo participe en él" o "La Vida me merece".

Beber cada día al despertar y eventualmente (en situaciones críticas) a la tarde. Practicar este tratamiento durante todos los días del Estío y dejar preparado de reserva para el primer mes del invierno.

Este preparado suele despertar los corazones dormidos insuflándoles alegría y claridad.
El tratamiento puede acompañarse con dosificaciones de agua de rosas.


CARECE DE CONTRAINDICACIONES.

2 comentarios:

Mi mundo dijo...

Y viene sin receta!

din dijo...

jajaja!